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VI Certamen de cartas de amor para personas mayores

Compartimos el primer premio del VI CERTAMEN DE CARTAS DE AMOR PARA PERSONAS MAYORES «GLORIA FUERTES», cuyo ganador es: Pedro Antonio García Zanón titulado: NADIA, AMOR MIO:

Hace ya un mes de tu ausencia. Se que tu también me has soñado, porque una densa cortina de húmeda tristeza me ha cerrado los ojos sin darme cuenta. No soy capaz de abrirlos. Pero tampoco quiero, porque así puedo verte.

No se si estoy deprimido o loco o quizás muerto porque las coordenadas de la realidad a esta esta hora de la madrugada se han modificado de tal manera que, para poder respirar apenas un soplo de existencia, he dibujado sobre la sábana, la silueta de tu cuerpo dormido, con un lápiz de labios. Me he puesto, para imaginar que estoy dentro de ti, una falta y una blusa que dejaste olvidada, Pero, el pulso azul de tu blusa no basta para reverdecer el desierto de aquí adentro. Busco, en el aire, en mi ropa, en las paredes, en los pliegues de la ropa y en el armario, tu aroma a melocotón, tu voz resbalando por mi mejilla, tus manos en mi nuca, tus labios mordiendo los míos. Pero me hundo en silencio alcohólico y en brumas gélidas.

Esto es una locura, un remedio de imágenes que revolotean como mariposas blancas delante de mi retina. Las acaricio en cada valle de tu blusa. Se escapan como una melodía que vuela al infinito. He prendido un pétalo rojo, en el lugar donde estuvo tu corazón tantas veces bajo tu ropa, para que un milagro resucite un sueño imposible.

Andaría sobre las nubes, por verte ahora mismo sonríe con lo brazos extendidos hacia mí, mientras te miro sin creer que lo sucedido entre ambos haya sido real. Mi paladar, anegado de tanto beber tu nombre se disuelve en deseo. Mis ojos, inyectados de cayena, quieren ver lo invisible. Rociamos la cama con pétalos amarillos. Bajo las sábanas con pétalos amarillos. Bajo las sábanas, luchamos por vencer pudores y nos regalamos nuestros secretos con lentísima generosidad. Inventamos besos compartiendo chocolate líquido en los labios, trazamos sobre nuestra piel mapas hacia cumbres inexploradas de sensualidad luminosa.

Aquella experiencia fue como descubrir una fuente en medio del desierto.

Entonces aprendimos que el verdadero amor, no se sacia nunca por beber más y más agua del manantial del amor. Hay que beber todos los días para no tener sed.

Nadie, la ansiedad de tener el peso de tu cuerpo en mis brazos y la incertidumbre de no saber de ti, me está coagulando las venas. Quisiera que tu calor se clavara en mis poros como alfileres, haciéndome sangrar de placer hasta aniquilar la consciencia, e ir más allá de cada trocito de eternidad que había en cada minuto juntos.

Navego en un barco de bruma perdido en la sima de tu ausencia. La luz de tu memoria se desguaza en arrecifes de tristeza entre vapores agrios que asfixian respiraciones. Tengo miedo de naufragar en la nada.

Pero…el pétalo rojo bajo tu blusa…¡Dios mío! ¡Esta húmedo!…¡Huele a ti! Lo sabía…no estoy solo…está amaneciendo.